Cuando nos enfrentamos a una herencia con deudas, es natural preguntarse: “¿Heredo también las deudas del fallecido?” o “¿Qué pasa si las deudas de la herencia superan los bienes?”. Este escenario, aunque desafortunado, es más común de lo que parece y puede poner a los herederos en una situación delicada. En el derecho sucesorio español –y en particular en Cataluña, que tiene sus propias normas en la materia– existen mecanismos para manejar herencias con pasivos mayores que los activos.
Si la persona fallecida debía dinero (hipoteca, préstamos, tarjetas de crédito, etc.), esos acreedores podrán reclamar el pago a los herederos, pero solo si los herederos aceptan la herencia. Si las deudas de la herencia superan el valor de los bienes heredados, los herederos podrían verse obligados a pagar la diferencia con su propio patrimonio si no toman precauciones. Imagina heredar una casa valorada en 100.000 €, pero descubrir que el difunto dejó deudas por 150.000 €: aceptar esa herencia “a ciegas” implicaría asumir 50.000 € de deuda neta a título personal. Por eso es crucial conocer bien qué opciones legales tienes como heredero para evitar poner en riesgo tu economía familiar.
Cuando te corresponde una herencia cargada de deudas, esencialmente cuentas con tres opciones legales:
Es la forma tradicional de aceptar una herencia, mediante la cual el heredero asume tanto los bienes como las deudas del causante. Si optas por esta vía, tu patrimonio personal se fusiona con el del fallecido: esto significa que responderás de las deudas de la herencia incluso más allá del valor de los bienes heredados. En otras palabras, si las deudas exceden el caudal hereditario, tendrás que pagar la diferencia con tu propio dinero.
Ejemplo práctico: Juan acepta la herencia de su tío sin investigar las deudas. Hereda un coche y algunos ahorros (valorados en 20.000 €), pero luego aparecen préstamos impagados de 50.000 €. Al haber aceptado normalmente, Juan debe pagar esos 30.000 € de diferencia, incluso si para ello tiene que responder con sus propios ahorros. Si Juan hubiera investigado más o consultado a un abogado, quizá habría optado por otra alternativa.2.- Aceptación a beneficio de inventario (aceptar solo si hay bienes netos).
Es la herramienta jurídica más valiosa para un heredero cuando sospecha que puede haber deudas significativas. Al aceptar a beneficio de inventario, limitas tu responsabilidad por las deudas heredadas al valor de los bienes que heredas. Esto quiere decir que no tendrás que pagar las deudas de la herencia más allá de lo que alcance el propio patrimonio heredado; tu patrimonio personal queda protegido frente a esas cargas excesivas. En la práctica, aceptar con beneficio de inventario equivale a decir: “Si la herencia tiene deudas, se pagarán solo con lo que haya en la herencia; si no alcanza, los acreedores perderán el resto, y yo no pondré dinero de mi bolsillo”.
Para acogerte a este beneficio, la ley exige realizar un inventario detallado de la herencia. De ahí el nombre: haces inventario de todos los bienes y de todas las deudas antes de decidir cómo proceder. Ten en cuenta los siguientes aspectos:
La tercera opción es simplemente no aceptar la herencia, lo que en términos jurídicos se llama repudiar o renunciar la herencia. Renunciar significa que rechazas tanto los bienes como las deudas del causante, quedando como si nunca hubieras sido heredero. Es una decisión drástica, pero a veces muy sensata: si está claro que la herencia está repleta de deudas y no te interesa nada en ella, lo más prudente puede ser renunciar para no verte arrastrado por las obligaciones del difunto.
Algunos puntos clave sobre la renuncia:
¿Tiene alguna pega renunciar? La principal “pega” es obvia: pierdes también los bienes que pudiera haber en la herencia. A veces, aunque haya deudas, puede interesar aceptar si hay algún bien sentimental o valioso que quieras conservar y las deudas son manejables. Por eso, la decisión debe tomarse tras analizar bien el activo y pasivo heredados. Otra consideración importante: si tú, el heredero, tienes deudas propias, tus acreedores podrían oponerse a que renuncies a una herencia jugosa simplemente para evitar pagarles
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