Imagínate recibir la noticia de que te han excluido de la herencia de tus padres. Es un golpe emocional que deja muchas preguntas en el aire: ¿Es esto legal? ¿Puede realmente un padre o una madre dejar a un hijo sin nada?
Qué significa ser desheredado, cuáles son las causas legales para ello y qué opciones tienes si te encuentras en esta situación.
La ley protege a los hijos con la llamada legítima, una porción de la herencia de la que normalmente no pueden ser privados. De hecho, por regla general, los hijos son herederos forzosos de sus padres y tienen derecho a una parte significativa del patrimonio familiar. Sin embargo, es posible desheredar a un hijo, pero solo en circunstancias excepcionales fijadas por la ley. En otras palabras, un padre o madre no puede simplemente dejar sin herencia a un hijo por capricho o por una discusión menor. Debe existir una causa grave reconocida legalmente para que la desheredación sea válida.
Dicho de otro modo, desheredar a un hijo significa privarle de su legítima, es decir, quitarle el derecho mínimo que la ley le reservaba en la herencia. Si un testador intenta excluir a un hijo sin una causa legal, esa desheredación se considerará injusta o inválida, y el hijo podrá reclamar su parte de la herencia. Veamos entonces cuáles son esas causas legales que justifican dejar a un descendiente sin su porción de herencia.
La legislación enumera taxativamente las causas por las que se puede desheredar a un heredero forzoso, como un hijo. Estas causas son situaciones muy graves que rompen la relación familiar de forma irreparable. Los principales motivos legales para desheredar a un hijo son, entre otros:
Es importante destacar que estas causas deben estar reconocidas en la ley y haber ocurrido antes de otorgar el testamento donde se deshereda. No vale alegar motivos vagos ni diferencias personales sin fundamento. La gravedad del motivo es clave: la ley busca evitar injusticias y que un enfado pasajero termine dejando a un hijo sin herencia injustificadamente.
Una pregunta muy frecuente es si la falta de relación entre padre e hijo (por ejemplo, años sin hablarse o sin contacto) justifica la desheredación.
En Cataluña, a diferencia del resto de España, la ley sí incluye expresamente la falta continuada de relación familiar como motivo de desheredación, siempre que sea exclusivamente imputable al hijo. Esto significa que en Cataluña está más claro que se puede desheredar a un hijo que ha desatendido por completo a sus padres y rompió lazos con ellos sin razón. En cualquier caso, incluso bajo la normativa catalana, debe tratarse de una ausencia de relación manifiesta, continuada y sin justificación por parte del hijo.
Si existe una causa legal y el progenitor decide desheredar a su hijo, debe hacerlo siguiendo ciertos pasos formales para que sea válido:
Cuando un hijo es desheredado, pierde su derecho a la legítima y queda excluido de la herencia de ese progenitor. En principio, no recibiría nada del patrimonio, y además pierde cualquier derecho a alimentos a cargo de la herencia de ese padre o madre.
Ahora bien, ¿queda todo perdido para el hijo desheredado? Depende de las circunstancias:
En caso de disputa judicial, la ley establece algo importante: cuando un hijo impugna su desheredación, son los herederos que quieren mantenerla quienes deben probar que la causa alegada es cierta. Es decir, la carga de la prueba recae en quienes afirman que el hijo maltrató, abandonó, negó alimentos, etc. Si no lo demuestran suficientemente, la desheredación no se mantendrá.
¿Qué consigue el hijo si gana la impugnación? Básicamente, recuperar su legítima. La desheredación invalidada se considera nunca puesta, y el hijo vuelve a tener derecho a la porción de herencia que por ley le correspondía. Eso sí, el resto del testamento (por ejemplo, legados a otras personas o distribución del resto de bienes) se mantiene en lo que no afecte a la legítima del hijo. En otras palabras, solo se le restituye la parte mínima legal (la legítima).
Por otro lado, si el testador y el hijo se reconciliaron después de los hechos que motivaron la desheredación, la ley establece que la desheredación queda sin efecto. La reconciliación, ya sea expresa o tácita, perdona la ofensa y anula el derecho de desheredar por ese motivo.
Finalmente, como mencionamos antes, los descendientes del hijo desheredado ocupan su lugar en la herencia. Esto significa que, si un padre deshereda a su hijo, pero ese hijo tiene a su vez hijos (los nietos del testador), los nietos sí tendrían derecho a heredar la parte de legítima que le habría correspondido a su padre desheredado. La única excepción sería que el testador también tuviera causa para desheredar a esos nietos (lo cual sería otro proceso independiente). Así se evita que, por las malas acciones de una persona, se castigue también a la siguiente generación injustamente.
Conclusión: Ser excluido de la herencia por medio de una desheredación es una situación dolorosa, pero la ley establece límites claros para evitar abusos. Si eres padre o madre y estás considerando desheredar a un hijo, asegúrate de tener una causa legítima y de dejar todo bien documentado en tu testamento. Si eres un hijo desheredado injustamente, debes saber que la ley está de tu lado para reclamar lo que por derecho te corresponde. En Iusfamilia contamos con expertos en herencias y derecho de familia que pueden asesorarte en cualquiera de estos casos, ofreciendo el apoyo legal y humano que necesitas para afrontar un proceso de desheredación.