Imagínate recibir la noticia de que te han excluido de la herencia de tus padres. Es un golpe emocional que deja muchas preguntas en el aire: ¿Es esto legal? ¿Puede realmente un padre o una madre dejar a un hijo sin nada?
Qué significa ser desheredado, cuáles son las causas legales para ello y qué opciones tienes si te encuentras en esta situación.
¿Se puede desheredar a un hijo?
La ley protege a los hijos con la llamada legítima, una porción de la herencia de la que normalmente no pueden ser privados. De hecho, por regla general, los hijos son herederos forzosos de sus padres y tienen derecho a una parte significativa del patrimonio familiar. Sin embargo, es posible desheredar a un hijo, pero solo en circunstancias excepcionales fijadas por la ley. En otras palabras, un padre o madre no puede simplemente dejar sin herencia a un hijo por capricho o por una discusión menor. Debe existir una causa grave reconocida legalmente para que la desheredación sea válida.
Dicho de otro modo, desheredar a un hijo significa privarle de su legítima, es decir, quitarle el derecho mínimo que la ley le reservaba en la herencia. Si un testador intenta excluir a un hijo sin una causa legal, esa desheredación se considerará injusta o inválida, y el hijo podrá reclamar su parte de la herencia. Veamos entonces cuáles son esas causas legales que justifican dejar a un descendiente sin su porción de herencia.
Motivos legales para desheredar a un hijo (causas de desheredación)
La legislación enumera taxativamente las causas por las que se puede desheredar a un heredero forzoso, como un hijo. Estas causas son situaciones muy graves que rompen la relación familiar de forma irreparable. Los principales motivos legales para desheredar a un hijo son, entre otros:
- Negarle alimentos o asistencia al padre o madre: si un hijo, sin motivo legítimo, se negó a prestar los alimentos o cuidados que legalmente debía a sus padres cuando estos lo necesitaban, puede ser desheredado. Esto se refiere a incumplir la obligación de ayudar a los progenitores en caso de necesidad (por ejemplo, abandono total ante una enfermedad del padre/madre).
- Maltrato grave hacia el progenitor: incluye el maltrato físico o psicológico, o injurias graves de palabra contra el padre o la madre. Por ejemplo, agredir o amenazar físicamente a los padres, o insultarlos y humillarlos gravemente de forma reiterada, son causas claras de desheredación.
- La suspensión o la privación de la potestad que correspondía al progenitor legitimario sobre el hijo causante o de la que correspondía al hijo legitimario sobre un nieto del causante, en ambos casos por causa imputable a la persona suspendida o privada de la potestad.
- Haber incurrido en causa de indignidad: Son situaciones extremas, generalmente delitos contra el propio testador o la familia. Por ejemplo, haber intentado matar al padre/madre, haberles causado lesiones graves, haberlos acusado en falso de un delito grave, o haberles impedido maliciosamente hacer testamento, son causas de indignidad que permiten la desheredación. Estas causas aplican a cualquier heredero forzoso (incluidos los hijos) y buscan castigar conductas especialmente desleales o criminales dentro del ámbito familiar.
Es importante destacar que estas causas deben estar reconocidas en la ley y haber ocurrido antes de otorgar el testamento donde se deshereda. No vale alegar motivos vagos ni diferencias personales sin fundamento. La gravedad del motivo es clave: la ley busca evitar injusticias y que un enfado pasajero termine dejando a un hijo sin herencia injustificadamente.
¿Falta de relación familiar o abandono es un motivo válido?
Una pregunta muy frecuente es si la falta de relación entre padre e hijo (por ejemplo, años sin hablarse o sin contacto) justifica la desheredación.
En Cataluña, a diferencia del resto de España, la ley sí incluye expresamente la falta continuada de relación familiar como motivo de desheredación, siempre que sea exclusivamente imputable al hijo. Esto significa que en Cataluña está más claro que se puede desheredar a un hijo que ha desatendido por completo a sus padres y rompió lazos con ellos sin razón. En cualquier caso, incluso bajo la normativa catalana, debe tratarse de una ausencia de relación manifiesta, continuada y sin justificación por parte del hijo.
¿Cómo se lleva a cabo la desheredación? (Requisitos formales)
Si existe una causa legal y el progenitor decide desheredar a su hijo, debe hacerlo siguiendo ciertos pasos formales para que sea válido:
- En el testamento y con motivo expreso: La desheredación debe plasmarse en un testamento válido. En ese documento hay que identificar al hijo desheredado y mencionar claramente la causa legal que lo justifica. No valen frases genéricas o indirectas; conviene detallar el motivo específico.
- Sin desheredaciones parciales: No se puede desheredar "un poco" ni de forma condicional. La desheredación siempre implica privar al hijo de toda su legítima. O se deshereda completamente, o no se deshereda.
¿Qué pasa si me han desheredado? Consecuencias para el hijo excluido
Cuando un hijo es desheredado, pierde su derecho a la legítima y queda excluido de la herencia de ese progenitor. En principio, no recibiría nada del patrimonio, y además pierde cualquier derecho a alimentos a cargo de la herencia de ese padre o madre.
Ahora bien, ¿queda todo perdido para el hijo desheredado? Depende de las circunstancias:
- Si la desheredación fue válida y justa, el hijo queda definitivamente excluido. Por ejemplo, si realmente hubo un maltrato grave comprobado o alguna de las causas legales, el testamento se ejecutará así y el hijo no recibirá su legítima.
- Si la desheredación fue injusta o sin causa real, el hijo puede impugnar el testamento. Tendrá que iniciar un procedimiento judicial para reclamar su parte legítima alegando que no es cierta la causa por la que le desheredaron. Impugnar significa pedirle a un juez que anule la desheredación por no cumplir la ley.
En caso de disputa judicial, la ley establece algo importante: cuando un hijo impugna su desheredación, son los herederos que quieren mantenerla quienes deben probar que la causa alegada es cierta. Es decir, la carga de la prueba recae en quienes afirman que el hijo maltrató, abandonó, negó alimentos, etc. Si no lo demuestran suficientemente, la desheredación no se mantendrá.
¿Qué consigue el hijo si gana la impugnación? Básicamente, recuperar su legítima. La desheredación invalidada se considera nunca puesta, y el hijo vuelve a tener derecho a la porción de herencia que por ley le correspondía. Eso sí, el resto del testamento (por ejemplo, legados a otras personas o distribución del resto de bienes) se mantiene en lo que no afecte a la legítima del hijo. En otras palabras, solo se le restituye la parte mínima legal (la legítima).
Por otro lado, si el testador y el hijo se reconciliaron después de los hechos que motivaron la desheredación, la ley establece que la desheredación queda sin efecto. La reconciliación, ya sea expresa o tácita, perdona la ofensa y anula el derecho de desheredar por ese motivo.
Finalmente, como mencionamos antes, los descendientes del hijo desheredado ocupan su lugar en la herencia. Esto significa que, si un padre deshereda a su hijo, pero ese hijo tiene a su vez hijos (los nietos del testador), los nietos sí tendrían derecho a heredar la parte de legítima que le habría correspondido a su padre desheredado. La única excepción sería que el testador también tuviera causa para desheredar a esos nietos (lo cual sería otro proceso independiente). Así se evita que, por las malas acciones de una persona, se castigue también a la siguiente generación injustamente.
Conclusión: Ser excluido de la herencia por medio de una desheredación es una situación dolorosa, pero la ley establece límites claros para evitar abusos. Si eres padre o madre y estás considerando desheredar a un hijo, asegúrate de tener una causa legítima y de dejar todo bien documentado en tu testamento. Si eres un hijo desheredado injustamente, debes saber que la ley está de tu lado para reclamar lo que por derecho te corresponde. En Iusfamilia contamos con expertos en herencias y derecho de familia que pueden asesorarte en cualquiera de estos casos, ofreciendo el apoyo legal y humano que necesitas para afrontar un proceso de desheredación.