Divorciarse nunca es fácil, pero si ambos cónyuges están de acuerdo, el proceso puede ser mucho más sencillo y llevadero. El divorcio de mutuo acuerdo –también conocido como divorcio amistoso– permite poner fin al matrimonio de forma pacífica, rápida y con el mínimo desgaste emocional y económico. En este artículo te explicamos de forma clara cómo es el proceso legal del divorcio de mutuo acuerdo en Cataluña, tanto si tenéis hijos en común (menores o mayores) como si no, ofreciendo consejos prácticos para afrontarlo de la mejor manera posible.
Redactado por Maria Serra
Abogada y mediadora
Si resides en Cataluña y estás considerando iniciar un divorcio de mutuo acuerdo, sigue leyendo: hablaremos de los requisitos legales, la documentación necesaria, los pasos a seguir ante el juzgado (o notario en su caso), los plazos aproximados y cómo puede ayudarte un abogado. Además, compararemos el divorcio amistoso con el divorcio contencioso para que conozcas las diferencias en tiempo, coste y nivel de conflicto. Nuestro objetivo es ayudarte a transitar este proceso de forma sencilla y pacífica, y recordarte que siempre puedes contar con Iusfamilia para asesoramiento o representación legal personalizada.
El divorcio de mutuo acuerdo es un procedimiento legal de divorcio en el que ambos cónyuges están de acuerdo tanto en divorciarse como en las condiciones en que lo hacen. Esto implica que de forma conjunta presentan una propuesta de convenio regulador con todos los acuerdos sobre aspectos clave: la custodia de los hijos y régimen de visitas (si hay hijos menores), la pensión de alimentos, la posible pensión compensatoria para un cónyuge, el uso de la vivienda familiar, y la división de los bienes comunes, entre otros. Al haber consenso, el proceso judicial es básicamente una aprobación de ese acuerdo privado, sin necesidad de celebrar un juicio contencioso.
Este tipo de divorcio amistoso es mucho más rápido y sencillo.
En resumen, el divorcio de mutuo acuerdo es la vía más recomendable cuando existe entendimiento entre la pareja sobre cómo organizar su separación. A continuación, detallaremos qué requisitos se deben cumplir para optar por esta modalidad y qué documentos necesitarás preparar.
Para tramitar un divorcio de mutuo acuerdo en Cataluña (y en general en España) es necesario cumplir con algunos requisitos legales básicos:
Aparte de cumplir estos requisitos, tendrás que reunir cierta documentación necesaria para adjuntar a la solicitud de divorcio.
Veamos cuáles son los documentos clave que no pueden faltar:
Según el artículo 769.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, en los divorcios de mutuo acuerdo será competente el juzgado del último domicilio conyugal. Si los cónyuges ya vivís en distintos partidos judiciales (por ejemplo, uno en Barcelona y otro en Girona), podréis elegir tramitar el divorcio en el juzgado del domicilio de cualquiera de vosotros, dado que ambos sois solicitantes. En la práctica, se suele optar por el partido judicial donde reside uno de los cónyuges o donde están los hijos (si los hay) para mayor comodidad.
Ahora bien, ¿es siempre necesario acudir al juzgado para divorciarse? Existe una opción alternativa si no tenéis hijos menores o dependientes: el divorcio ante notario. Desde 2015, la ley permite a los cónyuges divorciarse ante un notario mediante escritura pública, siempre que no haya hijos menores de edad (ni hijos mayores con la capacidad modificada judicialmente) y que el divorcio sea de mutuo acuerdo. En Cataluña podéis hacer uso de esta vía notarial si cumplís esos requisitos. En este caso, en lugar de presentar una demanda judicial, acudiríais a una notaría con vuestro abogado.
el notario comprobará que el convenio regulador que lleváis está equilibrado y cumple la ley, y os hará firmar la escritura de divorcio en presencia del abogado. Después, el notario se encargará de enviar la notificación al Registro Civil para que quede inscrito el divorcio. Todo este trámite puede resolverse en pocos días. Eso sí, debéis tener en cuenta que incluso en el divorcio ante notario es obligatoria la asistencia de un abogado (aunque no un procurador, ya que no hay proceso judicial). Si existe cualquier irregularidad o el notario aprecia algo que pudiera perjudicar a una de las partes, puede requerir ajustes en el convenio o, en última instancia, negarse a autorizar la escritura y remitiros al juzgado. Pero en la gran mayoría de casos, cumpliendo las condiciones, el divorcio notarial es una opción rápida y válida.
En resumen, si cumplís los requisitos (acuerdo mutuo y sin hijos menores), podréis elegir entre divorciaros judicialmente (presentando la demanda en el juzgado) o hacerlo ante notario. En ambos casos necesitaréis un convenio regulador y un abogado que os asesore. A continuación, describiremos los pasos generales del proceso cuando se sigue la vía judicial, que es la más común, y luego entraremos en las consideraciones especiales según tengáis hijos o no.
Cada divorcio tiene sus particularidades, pero de forma general estos son los pasos principales para un divorcio de mutuo acuerdo en Cataluña:
Todo este proceso judicial de mutuo acuerdo suele completarse, como indicamos, en torno a 3-6 meses desde la presentación de la demanda hasta la sentencia, dependiendo de la carga de trabajo del juzgado y de si hay que esperar informe del Fiscal. En Cataluña, muchos juzgados intentan agilizar los divorcios consensuados al máximo por ser casos sin controversia. Es importante tener paciencia y dejarse guiar por el abogado durante cada etapa. Si optáis por la vía notarial (sin hijos menores), los pasos iniciales son similares (preparar convenio, reunir documentos, firmar escritura ante notario) pero os ahorráis la ratificación judicial y la sentencia: el notario eleva el convenio a escritura pública de divorcio en el mismo momento, por lo que es mucho más rápido.
A continuación, profundizaremos en algunas situaciones especiales: cómo se aborda el divorcio de mutuo acuerdo cuando hay hijos menores, y qué peculiaridades tiene cuando no hay hijos en el matrimonio.
Cuando una pareja que desea divorciarse tiene hijos menores de edad en común, el divorcio de mutuo acuerdo requiere considerar cuidadosamente una serie de aspectos adicionales, siempre enfocados en proteger el bienestar de los niños. La buena noticia es que realizar un divorcio de mutuo acuerdo con hijos es perfectamente posible (de hecho, muy recomendable para evitarles a los pequeños la tensión de un proceso contencioso), pero implica ciertos pasos y controles extras.
Aspectos clave a acordar sobre los hijos: En el convenio regulador tendréis que detallar todos los acuerdos relativos a los hijos menores. Los puntos principales son:
Como mencionamos en los pasos, en divorcios con hijos menores el convenio regulador será examinado por la Fiscalía una vez lo hayáis ratificado ante el juez. El Ministerio Fiscal verificará que los acuerdos protegen adecuadamente a los niños y no hay nada que vaya contra sus intereses (por ejemplo, una pensión de alimentos excesivamente baja que pueda dejarlos desatendidos, o un régimen de visitas perjudicial). Si todo está en orden, el Fiscal dará su aprobación y el juez dictará la sentencia de divorcio homologando el convenio. En caso de que el Fiscal señale alguna deficiencia, tendríais que corregir ese punto del convenio (normalmente con la ayuda del abogado se solventa rápidamente ajustando la cláusula en cuestión) antes de obtener la sentencia.
Es importante recordar que si tenéis hijos menores, no podréis recurrir al divorcio ante notario; la ley obliga a que sea un juez quien apruebe las medidas respecto de los niños. Por tanto, vuestro camino será necesariamente el divorcio judicial de mutuo acuerdo, siguiendo los pasos ya descritos. Aun así, sigue siendo un proceso relativamente rápido y poco conflictivo comparado con un contencioso. En general, un divorcio de mutuo acuerdo con hijos en Cataluña podría tardar entres 3 y 6 meses aproximadamente (a veces un poco más si hay que esperar informe fiscal), pero sigue siendo mucho más breve que un juicio.
En el caso de matrimonios que no tienen hijos en común, o cuyos hijos ya son mayores de edad e independientes, el divorcio de mutuo acuerdo suele ser más simple por la ausencia de cuestiones de custodia y alimentos. Pero aún hay que atender otros aspectos importantes como el reparto de los bienes, las posibles pensiones entre cónyuges, etc.
Veamos las particularidades de un divorcio amistoso sin hijos:
Sin hijos menores, tenéis la ventaja de poder elegir la vía notarial para acelerar el divorcio, como explicamos antes. Muchas parejas sin hijos optan por este divorcio ante notario, que puede resolverse en cuestión de días una vez preparado el convenio regulador. Si preferís o debéis hacerlo igualmente por vía judicial (por ejemplo, si hay bienes que requieren resolución judicial o simplemente por seguridad jurídica), el procedimiento en el juzgado también suele ser muy rápido al no requerir informe de Fiscalía. En ausencia de hijos, es posible conseguir la sentencia de divorcio en poco más de 3 meses si no hay demoras, ya que tras la ratificación no hay que esperar ninguna valoración adicional.
Uno de los puntos clave a acordar en un divorcio sin hijos es la división del patrimonio común (si lo hay). En Cataluña, por defecto, el régimen económico matrimonial es separación de bienes –esto significa que cada cónyuge conserva la propiedad de lo que esté a su nombre, y no existe un patrimonio mancomunado de gananciales como en otras comunidades–. Aun así, las parejas suelen adquirir bienes juntos (por ejemplo, una vivienda comprada entre ambos, vehículos, cuentas corrientes compartidas, etc.).
En el convenio regulador de mutuo acuerdo podréis reflejar cómo se repartirán esos bienes comunes:
Otro tema a considerar es si alguno de los cónyuges va a necesitar una pensión compensatoria tras el divorcio. La pensión compensatoria es un derecho que surge cuando la ruptura matrimonial produce un desequilibrio económico en perjuicio de uno de los esposos (por ejemplo, si uno tiene ingresos muy bajos o dejó su carrera para dedicarse al hogar, y el otro tiene una posición económica holgada). En un divorcio de mutuo acuerdo podéis acordar libremente si se dará una pensión compensatoria, de qué cuantía y por cuánto tiempo, siempre que ambos estéis conformes. Si ninguno la solicita, basta con indicar en el convenio que renunciáis a ella o que no ha lugar porque ambos quedáis en situación económica equivalente.
Al no haber hijos menores, una vez obtenida la sentencia o escritura de divorcio, prácticamente habréis terminado con los trámites. Solo restará, igual que en todos los casos, la inscripción del divorcio en el Registro Civil. Después de eso, cada uno podrá rehacer su vida sin ninguna atadura legal mutua. Obviamente, si acordasteis pagos (como una compensatoria diferida, o pagar algún préstamo común) eso deberá cumplirse, pero ya no tendréis que mantener una relación co-parental como ocurre cuando hay hijos. En muchos sentidos, un divorcio amistoso sin hijos es más sencillo de gestionar.
Pensemos en una pareja de Barcelona que decide divorciarse amistosamente y no tiene hijos. Cuentan con un piso comprado a medias. En el convenio regulador, pueden pactar que la esposa se adjudica el piso y asumirá la hipoteca restante, compensando al marido con X euros por su parte. También acuerdan cómo repartir los muebles y el coche. Ninguno solicitará pensión compensatoria porque ambos trabajan. Todo esto se incluye en el convenio. Luego van con su abogado a la notaría con los certificados de matrimonio y empadronamiento; en una cita firman la escritura de divorcio ante notario. En unos días reciben la confirmación de inscripción del divorcio. De esta forma han logrado un divorcio rápido, económico y sin enfrentamientos.
En conclusión, no tener hijos simplifica el divorcio de mutuo acuerdo, y gracias a la alternativa notarial se puede obtener un divorcio mucho más rápidamente. Pero incluso la vía judicial, será un trámite expedito. Lo esencial es asesorarse bien para que todos los cabos queden atados en el convenio regulador, evitando problemas futuros.
Aunque el divorcio sea de mutuo acuerdo, sigue siendo un proceso emocionalmente delicado. Aquí te brindamos algunos consejos prácticos para que tú y tu pareja podáis llevar adelante el divorcio de la manera más cordial y llevadera posible:
Siguiendo estos consejos, estaréis contribuyendo a que el proceso de divorcio sea lo más llevadero posible. Recordad que aunque haya momentos difíciles, el objetivo final es que ambos podáis seguir adelante con vuestras vidas de la mejor manera, y si hay hijos, que ellos también se adapten en un entorno de paz.
Para terminar de ilustrar las diferencias, a continuación presentamos una tabla comparativa entre el divorcio de mutuo acuerdo (divorcio amistoso o express) y el divorcio contencioso (cuando no hay acuerdo entre las partes y se litiga en juicio). Esta comparación resume los aspectos clave:
Aspecto |
Divorcio de mutuo acuerdo (exprés) |
Divorcio contencioso |
Tiempo de duración |
Aproximadamente 3 a 6 meses hasta la sentencia (o pocos días si es ante notario). Es un proceso ágil. |
Puede extenderse de 8 meses hasta 1 año o más, dependiendo de la carga judicial. Mucho más lento. |
Coste económico |
Menor coste: un solo abogado y procurador para ambos cónyuges, trámites simplificados. Es aproximadamente la mitad del gasto de un divorcio contencioso en la mayoría de casos (variable según la complejidad). |
Coste elevado: cada parte paga su abogado y procurador por separado, más eventuales peritajes. El gasto total puede duplicarse o triplicarse respecto al mutuo acuerdo. |
Nivel de conflicto |
Bajo: las partes colaboran y hay comunicación. Ambiente más tranquilo, se evitan enfrentamientos públicos. |
Alto: existe confrontación entre las partes, tensiones en el juicio, declaraciones cruzadas... Puede agravar la relación y el estrés emocional. |
Decisiones |
Las toman los cónyuges de común acuerdo y se reflejan en el convenio regulador. Mayor control sobre el resultado. |
Las toma el juez en la sentencia, tras escuchar a cada parte. Las partes tienen menos control y pueden quedar insatisfechas con la decisión impuesta. |
Intervención judicial |
Mínima: no hay juicio como tal, solo la ratificación ante el juez y la homologación del acuerdo (salvo revisión del Fiscal si hay hijos menores). |
Máxima: se celebra un juicio con vista oral, presentación de pruebas, posibles medidas provisionales, etc. El juez debe resolver los desacuerdos. |
Relación futura |
Suele ser más cordial: al haber acuerdo, es más fácil mantener una relación de respeto tras el divorcio (importante si hay que co-parentar hijos). |
Puede quedar muy deteriorada: el proceso contencioso suele dejar secuelas en la relación personal, dificultando el trato posterior entre los ex-cónyuges. |
(Los datos de plazos y costes son aproximados; cada caso puede variar.)
Como se aprecia, el divorcio de mutuo acuerdo presenta ventajas significativas en tiempo, dinero y menor conflictividad. Por ello, siempre que sea posible llegar a entendimientos básicos, es preferible agotar la vía amistosa antes de embarcarse en un divorcio contencioso. Incluso si al principio hay desacuerdos, con ayuda de abogados o mediadores se puede intentar negociar. El divorcio contencioso debe ser el último recurso cuando realmente no hay forma de acordar términos justos entre las partes.
Para comprender en profundidad el divorcio de mutuo acuerdo en España y Cataluña, es fundamental conocer la normativa que lo regula:
Conocer estas referencias legales os permitirá entender mejor vuestros derechos y obligaciones, y asegurar que el convenio regulador cumple estrictamente con lo establecido en la ley.
En Iusfamilia somos abogados expertos en Derecho de Familia y estaremos encantados de acompañarte en este proceso. Te ofrecemos una asesoría inicial, en la que evaluaremos tu situación particular y resolveremos todas tus dudas sobre el divorcio (ya sea con hijos, sin hijos, sobre bienes, pensiones, etc.).
Sabemos lo importante que es sentir apoyo y comprensión en momentos así. Nuestro equipo te brindará un trato cercano, empático y confidencial, velando siempre por tus intereses y buscando la solución más rápida y pacífica. Nos encargaremos de todos los trámites legales –desde la redacción del convenio regulador hasta la obtención de la sentencia o escritura notarial– para que tú puedas centrarte en tu bienestar y el de tu familia.
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