En los últimos años, el concepto de responsabilidad social empresarial ha ido evolucionando. Hoy en día, muchas empresas no solo se preocupan por obtener beneficios económicos, sino también por generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Las Sociedades de Beneficio e Interés Común (SBIC) surgen como una respuesta a esta nueva visión de las empresas. Este tipo de entidad permite que los emprendedores puedan llevar a cabo sus actividades comerciales de manera rentable y, al mismo tiempo, contribuir a la mejora del bienestar social y medioambiental.
En este artículo, exploraremos qué es una Sociedad de Beneficio e Interés Común, cuáles son sus características principales y qué pasos debes seguir para constituir una en España.
Paralegal
Una Sociedad de Beneficio e Interés Común (SBIC) es una figura jurídica que busca conjugar el fin lucrativo propio de una empresa con el compromiso de generar un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente. Esta forma empresarial surge de la creciente demanda por parte de consumidores e inversores de que las empresas adopten prácticas más sostenibles y responsables.
A diferencia de las sociedades tradicionales, que se centran exclusivamente en maximizar el beneficio económico para sus accionistas, las SBIC tienen una doble misión:
El reconocimiento legal de las SBIC proporciona una estructura clara para aquellos empresarios que buscan equilibrar los intereses financieros con un compromiso ético y responsable.
El concepto de SBIC tiene su origen en las Benefit Corporations de Estados Unidos, también conocidas como B-Corps. En los últimos años, los países europeos también han comenzado a adoptar esta estructura corporativa, como Italia en 2016 (Società Benefit (SB)) y Francia en 2019 (Société à Mission (SàM)). En España la SBIC se trata de un modelo legal relativamente nuevo, ya que se consolidó en la Disposición adicional décima de la Ley 18/2022, de 28 de septiembre, de creación y crecimiento de empresas.
Algunas de las características más importantes de las Sociedades de Beneficio e Interés Común son las siguientes:
Una SBIC debe incluir en sus estatutos la obligación de generar un beneficio para la sociedad y/o el medio ambiente, más allá del lucro. Esto implica que no solo se evalúa su éxito financiero, sino también su desempeño social y medioambiental.
Cabe destacar en este sentido la diferencia entre el objeto social de la empresa y el propósito:
Una SBIC debe presentar un informe anual que evalúe el desarrollo del impacto social y medioambiental de sus actividades y el desempeño responsable. Este informe se depositará en el Registro Mercantil y, tras su aprobación el la Junta, se publicará y mantendrá accesible al público en la página web de la sociedad.
En una SBIC, los administradores tienen la responsabilidad de equilibrar los intereses financieros de los accionistas con los intereses sociales y medioambientales. Esta visión a largo plazo fomenta una gobernanza más ética y sostenible.
En España, una SBIC puede adoptar diferentes formas jurídicas, como una Sociedad Anónima (SA) o una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SL), siempre que cumpla con los requisitos establecidos en la ley.
Optar por una Sociedad de Beneficio e Interés Común ofrece una serie de ventajas a nivel reputacional:
Sin embargo, al igual que en Francia e Italia, todavía no se ha ofrecido ningún incentivo económico o ventaja fiscal a estas empresas.
Constituir una SBIC en España requiere seguir un proceso específico que combina los pasos tradicionales de creación de una sociedad con los requisitos adicionales propios de este tipo de entidad. A continuación, describimos los principales pasos:
El primer paso es decidir bajo qué forma jurídica se constituirá la sociedad. Como mencionamos anteriormente, una SBIC puede adoptar la forma de una Sociedad Anónima (SA) o de una Sociedad de Responsabilidad Limitada (SL). La elección dependerá de las necesidades del proyecto.
En los estatutos de una SBIC se debe reflejar el compromiso dual: la empresa buscará obtener beneficios económicos, pero también se compromete a generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Estos principios deben estar claramente definidos para que la empresa sea reconocida como una SBIC.
Una vez redactados los estatutos, el siguiente paso es inscribir la sociedad en el Registro Mercantil como SBIC. Esta inscripción formaliza la constitución de la empresa y asegura su reconocimiento legal.
La SBIC creará una comisión o un cargo unipersonal encargado de la supervisión del desarrollo del propósito de beneficio común.
Una vez constituida, la SBIC debe presentar cada año un informe que detalle el impacto social y medioambiental de sus actividades. Debe incluir las actividades empresariales concretas realizadas para alcanzar el propósito de beneficio común, los resultados e impacto alcanzados, los objetivos planteados para el desarrollo de dicho propósito y la política en materia de desempeño responsable y sostenible a nivel ambiental, social y de gobernanza.
Las Sociedades de Beneficio e Interés Común ofrecen un modelo empresarial que combina la obtención de beneficios económicos con la creación de un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Constituir una SBIC en España es un proceso que requiere de un compromiso claro con la sostenibilidad y la responsabilidad social, pero ofrece beneficios como una mayor confianza por parte de los consumidores y una mejor relación con inversores y empleados.
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