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Cumplir con el RGPD: Mucho más que colgar una política de privacidad en tu web

Cumplir con el RGPD: Mucho más que colgar una política de privacidad en tu web
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Puede que ya tengas tu política de privacidad en la web, y eso está genial. Pero si piensas que con eso ya cumples con el RGPD… siento decírtelo: estás solo arañando la superficie.

El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) no es una casilla que marcas y te olvidas. Regula una cultura, una forma de trabajar con los datos personales que exige implicación, coherencia y, sobre todo, responsabilidad. Y sí, también puede implicar sanciones bastante serias si se ignora.

Si eres empresa o autónomo en España, y también tratas datos personales (spoiler: seguro que sí), este artículo es para ti. Vamos a contarte por qué el cumplimiento del RGPD es mucho más que una formalidad y qué puntos deberías revisar.

Abigail Sked-circulo-1Redactado por Abigail Sked

 Paralegal 

Saber más

 

1. No se trata solo del “qué”, sino del “cómo”

Tu política de privacidad es la expresión externa y pública de cómo tratas los datos personales, lo que significa que:

  1. La política de privacidad no tiene que (y no debería, por razones de seguridad) detallar minuciosamente todas las medidas que tomas para proteger los datos personales, y

  2. Si no pones en práctica la política de privacidad, pierde todo su sentido.

En cuanto a los protocolos internos, debes plantearte ciertas preguntas, tales como: ¿Cómo gestionas los datos internamente? ¿Cómo los recoges? ¿Quién tiene acceso? ¿Durante cuánto tiempo los guardas?

El RGPD exige una trazabilidad real de todo el ciclo de vida del dato: desde que entra en tu empresa hasta que se elimina o anonimiza. Esto incluye:

  • Consentimientos claros y verificables.
  • Registro de actividades de tratamiento.
  • Evaluaciones de impacto si tratas datos sensibles.
  • Procedimientos para atender derechos de los usuarios (acceso, rectificación, supresión…).

Si no tienes todo eso bien atado, tu cumplimiento es incompleto, y los riesgos son reales.

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2. ¿Has revisado tus contratos con proveedores?

Otra gran olvidada: la relación con terceros. Si trabajas con proveedores que tratan datos por tu cuenta (por ejemplo, un gestor, una empresa de mailing o un proveedor de software en la nube), necesitas tener firmados contratos de encargo del tratamiento.

Y no vale cualquier plantilla que encontraste en Google. Esos contratos deben reflejar responsabilidades concretas y garantizar que ese proveedor también cumple con el RGPD.

 

3. Tu equipo también forma parte del cumplimiento

Aunque no es obligatorio hacer un curso específico, formar a tu equipo en protección de datos es casi imprescindible si quieres cumplir con el RGPD de verdad.

El Reglamento exige “responsabilidad proactiva” a quienes tratan datos personales, y la formación es una herramienta clave para reforzar la seguridad en los procesos internos.

Si tu equipo no entiende los riesgos asociados al tratamiento de datos, es más probable que cometan errores que deriven en brechas de seguridad. Con unas nociones básicas, sabrán cómo actuar, qué deben proteger y cómo hacerlo. Así, el cumplimiento deja de ser tarea exclusiva del responsable de protección de datos (tú) y se convierte en una práctica compartida y constante dentro de la empresa.

 

4. ¿Y si hay una brecha? ¿Sabes qué hacer?

La pérdida o el acceso no autorizado a datos personales puede suponer un riesgo grave para las personas afectadas. Cuando sea probable que la brecha suponga un riesgo para los derechos y libertades de las personas físicas, debes notificarlo a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) en un plazo máximo de 72 horas.

Pero atención: todas las brechas deben documentarse, incluso si no requieren notificación. Esto es esencial para poder demostrar responsabilidad y diligencia en caso de una inspección o reclamación.

Además, es clave tener un protocolo claro de actuación: detección, contención, análisis y comunicación. Este tipo de incidentes no solo dañan tu reputación; también pueden acarrear multas importantes.

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5. La privacidad desde el diseño (y por defecto)

Otro concepto clave del RGPD que muchas veces se pasa por alto. Cada nuevo proyecto, producto o herramienta que uses en tu empresa debería tener la protección de datos en su ADN.

Esto significa configurar tus herramientas para minimizar la recogida de datos, limitar el acceso y aplicar medidas de seguridad desde el inicio. Y, muy importante: debes asegurarte de que los interesados queden adecuadamente informados de cómo y por qué se tratarán sus datos. La transparencia no es solo una recomendación, es una obligación legal.

 

¿Y ahora qué?

Si después de leer todo esto te das cuenta de que tu intento de cumplir con el RGPD se limita a tu política de privacidad, cuanto antes tomes medidas, mejor.

En CONESA LEGAL, te ayudamos a hacer una revisión global de la protección de datos en tu empresa. Vamos más allá del papel: analizamos tu realidad, tus procesos y tus riesgos. Y lo hacemos de forma clara, práctica y adaptada a tu negocio. Te hablamos en tu idioma, sin tecnicismos innecesarios.

Además, estamos en Barcelona, pero trabajamos con empresas de toda España.

¿Quieres cumplir de verdad con el RGPD y dejar de preocuparte por sanciones y sorpresas desagradables? Escríbenos. Estamos aquí para ayudarte.

Protección de Datos: Servicios de Cumplimiento Normativo para Empresas en España

Abigail Sked

 

Fecha de publicación: 22 abril 2025

Última actualización: 23 abril 2025